Como bien sabéis, los meses de otoño nunca han sido los más exigentes en cuanto al riego de huertos y jardines. Pero hoy en día con el cambio climático nunca se sabe cuándo el tiempo va a encargarse de regar nuestras flores y cultivos.
Es por esto, que en el post de hoy vamos a aprender a cómo regar nuestro huerto con el añadido de cómo hacerlo de la manera más ahorrativa posible. Te vamos a dar algunas claves que te permitirán mantener tu huerto fuerte y sano para que finalmente disfrutes de los resultados que te fará.
Antes de empezar con los consejos queremos recalcar la importancia de saber cuándo y cómo hace falta regar el huerto. ¿Por qué es tan importante? os preguntaréis.
Y es que del riego depende que tengamos un huerto bonito y esbelto o un huerto mustio. La producción de frutas y verduras, la altura de las plantas, el color de las hojas, la presencia de plagas… son muchos los factores que dependen del correcto riego. Aprender a regar correctamente no es una tarea fácil y no basta solamente con tener un buen sistema de riego. Es por esto por lo que os invitamos a leer el post de hoy. ¡Empezamos!
Primer consejo:
Aprende a saber CUÁNDO regar tu huerto
Obviamente saber cuándo regar depende. Depende de la estación del año, de la calidad de la tierra… los trucos que vamos a mencionar a continuación son sencillos pero muy efectivos.
- Referente a la estación del año, como sabréis en verano se tiene que regar una vez al día. En las otras estaciones del año deberás de regar uno o dos veces por semanas, pero no debes fiarte mucho porque seguramente algunas semanas de otoño y primavera no será suficiente con una o dos veces.
- La prueba del dedo: esta práctica es tan simple que consiste en tocar la superficie de tierra con los dedos y si cuando los levantas no están manchados de tierra es que el suelo está demasiado seco y necesita un poco de agua.
Segundo consejo:
No regar el huerto ni mucho ni muy poco
Muchos piensan que regar en exceso hará que te ahorres un día de riego y pensar esto es un error. Regar poco es malo porque puede provocar que las plantas se sequen, se marchiten y terminen muriendo debido al “estrés hídrico”. Pero es que regar demasiado, en exceso o muy a menudo cuando no hace falta puede dañar las raíces de las plantas y pudrirlas. Además, también favorece la aparición de plagas y hongos. Así que la mejor opción es no regar ni mucho ni poco. Si consigues encontrar el punto intermedio ya tendrás mucho ganado.
Tercer consejo:
Plantar en función de las necesidades del riego
Para poder llevar a cabo este consejo es muy importante planificar bien tu huerto. A parte de la planificación, también es muy importante tener en cuenta la distribución de los cultivos. Hay plantas que necesitan más agua (ej. puerros, calabacines, alcachofas) y otras que necesitan menos (ej. tomates, guisantes, cebollas), por esto es muy recomendable distribuir los cultivos según sus necesidades de riego.
Cuarto consejo:
Riego por goteo para tu huerto
Evidentemente también hace falta tener un buen sistema de riego, y es que el riego por goteo es uno de los sistemas más eficaces para mantener tu huerto urbano en buen estado, y ¡muy importante!, nada encharcado. En nuestra tienda online puedes encontrar diferentes sistemas que se adaptarán al que tú necesitas. ¡No dudes en echarle un vistazo!
Quinto consejo:
Regar la tierra del cultivo
Si eres de los que no les gusta instalar un sistema de riego y prefieres regar de la manera clásica usando la manguera o la regadera mientras disfrutas de un momento de tranquilidad en tu huerto, intenta no mojar en exceso las partes altas de las plantas ya que el exceso de humedad en las flores o frutos propicia la aparición de hongos y plagas.
Lo más recomendable es regar a ras del suelo y regar bien la tierra siempre controlando que la presión de la manguera no arranque terrones ni dañe las raíces de las plantas.
Sexto consejo:
La calidad del agua para el riego del huerto
Un error muy común que se comete es no comprobar la calidad del agua con la que regamos nuestros cultivos. Y es que hay aguas con mayor cantidad de cloro que otras, unas con más sales minerales, etc. Y siempre está bien saber y comprobar cómo está el alimento de tus plantas. Por eso si sacas el agua de tu propio pozo, merece la pena invertir en hacer un análisis de agua. Si por otra parte, utilizas agua de la red del general del ayuntamiento, basta con contactar con ellos e informarte.
Séptimo consejo:
Técnica “mulching”
La palabra “mulching” se puede sustituir por acolchamiento. Y es que ésta es una técnica de antaño que, como todas las modas, ha vuelto. Esta técnica consiste acolchar los cultivos con materiales que retengan la humedad y de esta forma conseguir una tierra más rica. Hay materiales especializados para llevar a cabo esta técnica, pero el césped recién cortado, restos de ramas, recortes de setos, estiércol seco, etc. también te pueden servir.
El riego es una parte fundamental en el proceso de obtener tus propios cultivos, así que ¡no te olvides de ello!
Recordad que en nuestra web podéis encontrar un kit de huerto urbano para empezar, así como una gran variedad de semillas para plantar. ¡Animaos a cultivar vuestro propio huerto!
