En el artículo anterior hablamos de las ventajas de los depósitos de polietileno, y por este motivo en esta entrada queremos continuar con este tema y daros una pequeña pincelada sobre cómo reparar un depósito de PE.
Como muchos de vosotros ya sabéis en Llaberia Group fabricamos y comercializamos depósitos de Polietileno y otros materiales plásticos, incluso a medida. Si eres de los pocos que no lo sabías o eres nuevo en el sector puedes hacer click en este enlace y verás cómo trabajamos y también algunos de nuestros proyectos.
Los depósitos de polietileno (PE) son una de las mejores opciones si tu objetivo es el almacenamiento de agua u otro líquido, como por ejemplo productos químicos, en grandes cantidades.
La fabricación de un depósito de polietileno es un poco lenta y compleja, por eso motivo no se suelen fabricar en serie ni tener un stock demasiado alto, sino más bien se producen bajo demanda, y de esta manera también puedes amoldarte más al cliente. La personalización de los productos es un valor añadido de nuestra empresa y algo que valoran mucho los clientes, ya que lo ven reflejado positivamente en sus resultados.
Aunque vimos que los depósitos de este material plástico son muy resistentes a los agentes externos, a veces se puede dar el caso de pequeñas fugas o roturas causadas por situaciones extremas. Como hemos comentado, su coste es bastante alto, así que con un par de ayudas podréis salvaros de tener que comprar otra pieza de nuevo. ¡Vamos allá!
H2: ¿Cómo se repara un depósito de PE?
En pocas palabras, la reparación de un depósito de PE se realiza mediante una pistola calentadora. Vamos a verlo paso a paso:
- En primer lugar, debemos vaciar todo el contenido del depósito hasta que quede por debajo de la grieta o fisura a reparar.
- Una vez vaciado el depósito hasta donde sea necesario, debemos limpiar bien a fondo con agua y jabón la zona o zonas de las fisuras hasta que no haya ningún resto de otras substancias, estrictamente queremos el polietileno.
- En tercer lugar, cogeremos un taladro con una broca pequeña y haremos una incisión en cada uno de los lados de la grieta. Muy importante hacerlo lentamente y con precisión. ¿Para qué servirá? Dichos agujeros servirán para que la fisura no se haga mayor hacia ningún de los dos costados.
- A continuación, vamos a utilizar la herramienta principal del proceso, la pistola calentadora. Antes que nada, primero debemos precalentar el área que hay que reparar, por cuestiones de seguridad. La distribución del calor tiene que ser la misma en toda la superficie de la grieta.
- Ahora que ya tenemos calentada la zona a reparar vamos a añadir el material de relleno, en este caso en forma de tira. Colocaremos la tira de relleno encima de toda la fisura y seguiremos calentando el área de la fisura con la pistola. Con mucho cuidado, iremos desplazando el producto para que vaya rellenando la grieta al completo. Con la ayuda de una espátula, iremos amoldando el material a la fisura. Los restos que sobren será tan fácil como ir eliminándolos con una herramienta cortante.
- Para terminar, comprobaremos la efectividad de la reparación. ¿Cómo? Para ello rellenaremos el depósito de polietileno con agua otra vez y analizaremos que no exista ninguna fuga. Si aún las sigue habiendo pues iremos repitiendo el proceso, pero eso si, esta vez deberás prestar más atención. Si por el contrario vemos que ya no hay fugas, ¡Enhorabuena lo has conseguido, ya puedes volver a utilizar tu depósito!